SR.Director:
Hace ya 20 años tuve la suerte de conocer esta privilegiada zona de nuestro territorio, un lugar hermoso lleno de mística y bellos paisajes. Mi primer viaje fue con mis padres al sector de Nitrao, donde luego de un largo viaje, por un angosto camino que serpenteaba la rivera del Rió Queuco logramos llegar al entonces tan apartado y lejano paisaje (digo esto ya que hoy existe una red vial mucho mas desarrollada), donde disfrutamos de sus fuentes termales y de la amabilidad de su comunidad. De esta forma, quede tan encantado con sus vistas y gente, que repetí este viaje años después en la micro Amarilla (La Leona) que por alguna cosa milagrosa a nuestro parecer, era capaz de llegar a estos lugares tan apartados, siendo este noble vehiculo recordado para muchos de mis amigos a quienes invite a conocer estos parajes. En otra época, cuando comenzó la construcción de la Represa Pangue continuamos visitando el "Alto" (como cariñosamente llamamos a esta zona), conociendo Las termas de Avellano, el salto del Maya, La laguna el Barco y la reserva forestal Ralco, entre otras, maravillándonos cada vez mas con estos paisajes Naturales, vírgenes y sobrecogedores. Hace poco viaje con un gran amigo del sector, quien como conocedor de la zona me mostró lugares de inigualable belleza, presentándome amables comuneros e invitándome a comer sabrosos platos típicos del lugar, demostrándome la excelente infraestructura desarrollada y el enorme potencial etno-turístico de estos parajes.
ALTO BIO-BIO, LUGAR DE RECUERDOS, IDEALES Y SUEÑOS…
Hoy vivo en Santiago, y los recuerdos de este lugar me llenan de nostalgia, me alegran el corazón y me recuerdan la importancia de conservar estos lugares tocados con la mano de Dios… Creo que no existen palabras suficientes para describir los sentimientos de quienes hemos visitado el recordado "Alto"… En esta primera edición, quiero felicitar a quienes han desarrollado esta iniciativa, a quines ha tenido la perseverancia y valor de crear estas instancias, donde personas como yo, pueden contar su grata experiencia en el "Alto" y saludar a quienes han hecho posible esto. Gracias "Alto"… por recordarnos lo pequeños que somos, y lo grande que es nuestro creador.
Hoy vivo en Santiago, y los recuerdos de este lugar me llenan de nostalgia, me alegran el corazón y me recuerdan la importancia de conservar estos lugares tocados con la mano de Dios… Creo que no existen palabras suficientes para describir los sentimientos de quienes hemos visitado el recordado "Alto"… En esta primera edición, quiero felicitar a quienes han desarrollado esta iniciativa, a quines ha tenido la perseverancia y valor de crear estas instancias, donde personas como yo, pueden contar su grata experiencia en el "Alto" y saludar a quienes han hecho posible esto. Gracias "Alto"… por recordarnos lo pequeños que somos, y lo grande que es nuestro creador.
Carlos Ordenes Gatica, Ingeniero € Forestal
